INSTITUCIÓN
EDUCATIVA DISTRITAL LA LIBERTAD
Sabiduría,
respeto y compromiso
Asignatura: Educación religiosa Grado: Aceleración. AA.B
Periodo: 2
Fecha: Junio 2020
Profesor: Fernando Mouthon Mendoza
NOMBRE DEL
ESTUDIANTE________________________________________
PROPÓSITO: Conocer
la estructura de la Biblia.
Describir la organización de la Biblia.
1. INTRODUCCIÓN:
Para leer y estudiar bien la Biblia, se
requiere conocer cómo se haya organizada, ya anteriormente habíamos visto que
la Biblia está dividida en dos partes: Antiguo y nuevo testamento. Igualmente
para su estudio la Biblia se encuentra organizada en cada uno de sus
testamentos, por libros y esos libros
están organizados por capítulos y cada capítulo por versículos lo que nos facilita
su conocimiento y comprensión.
2.
CONTEXTUALIZACIÓN:
¿Todo lo escrito acerca de Dios, ha sido escrito por
Dios?
Existen miles de libros que los hombres han escrito
acerca de Dios a lo largo de la historia. De éstos, algunos son famosos como el
Popol-Vuh de los mayas o el Ramayana y el Mahabaratha de los brahamanes. Cuando
murió Jesucristo, sus seguidores escribieron cientos de libros acerca de su
vida. Algunos eran fidedignos y otros inventaban cosas sólo para ganar adeptos.
Estos últimos le atribuían a Jesús niño actos extraordinarios como dar vida a
sus juguetes de madera, hablar con los animales y otros hechos similares. Estos
libros los conocemos como los evangelios apócrifos.
La Iglesia, con el poder que ha recibido por la Tradición
apostólica, recopiló todos estos libros, los analizó y, con la luz del Espíritu
Santo, seleccionó y aprobó solamente 73 de ellos como la misma Palabra de Dios.
Estos 73 libros se reunieron posteriormente en uno solo, llamado Biblia o Canon
de las Escrituras.
La Biblia es la Palabra de Dios, escrita por el mismo
Dios a través de la pluma de los hagiógrafos.
Por ser el Espíritu Santo el que iluminó a la Iglesia al
hacer la selección, podemos estar seguros de que en este conjunto de libros
está escrita la Verdad de manera fiel y sin error.
1. Hay muchas Biblias distintas. ¿Cuál es la buena?
Encontramos en las librerías decenas de títulos
distintos: La Biblia de los mormones, La Biblia del pueblo, La Biblia de los
gedeones, La Biblia latinoamericana, La Biblia de los Testigos de Jehová, La
Biblia de Jerusalén y muchas más.
Esto se debe a dos motivos:
Personas de buena voluntad, que acordes con lo dictado
por la Iglesia, han hecho traducciones y adaptaciones a los diferentes lenguajes,
para hacer más accesible la Palabra de Dios a todos los hombres.
Sectas y religiones que han suprimido o retocado lo que
no les gustaba, o que han adulterado el mensaje de Dios, al modificar las
palabras originalmente escritas por los hagiógrafos.
Para saber si una Biblia es la original
Por todo lo anterior, al comprar una Biblia, es
importante revisar que sea la original. ¿Cómo?
1. Verificando que incluya los 73 libros que aparecen en
la siguiente tabla: 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.
2. Verificando en la contraportada que la Biblia esté
aprobada por alguna autoridad de la Iglesia Católica. Esta aprobación aparece
con las palabras en latín ‘imprimátur” y “nihil obstat”, que significan: “se
puede imprimir” y “nada obstaculiza su impresión”.
3. Asesorándote con algún sacerdote de confianza.
2. DIVISIÓN
GENERAL:
La Biblia se divide, ante todo, en dos grandes partes:
Antiguo Testamento
y,
Nuevo Testamento, ambos relacionados entre sí.
La palabra latina testamentum -de donde viene la palabra
española testamento- fue empleada al principio de la era cristiana, para
traducir la voz griega: diatheké, que literalmente significaba disposición,
contrato.
A su vez, los traductores griegos, llamados los Setenta,
la usaron para traducir la expresión hebrea berit = pacto de soberanía, por
medio de la cual designaban los hebreos la Alianza del Sinaí. Lo importante es
que el término Testamento ha quedado para designar, hasta nuestros días, la
división de las Escrituras.
3. DIVISIÓN NUMÉRICA
DE LA BIBLIA:
Dos grandes religiones se rigen por las enseñanzas de la
Biblia: la judía y la cristiana, la cual está integrada por católicos,
ortodoxos y diferentes denominaciones.
Los judíos sólo aceptan, como es claro, lo que nosotros
llamamos Antiguo Testamento y lo dividen en tres grandes partes: "La Ley o
Pentateuco que igualmente lo llaman la Torá, los Profetas y otros escritos
sagrados". Está compuesta por 39 libros.
Para los católicos, la Biblia –Antiguo y Nuevo
Testamento– está formada por 73 libros: 46 del Antiguo Testamento y 27 del
Nuevo Testamento. Los protestantes de las principales denominaciones, sólo
aceptan una lista bíblica de 66 libros: 39 del Antiguo Testamento y 27 del
Nuevo Testamento.
Como se ve, la diferencia entre católicos y protestantes
se encuentra, no en el canon o lista de los libros del Nuevo Testamento, sino
del Antiguo Testamento.
La Iglesia católica, lo mismo que la ortodoxa, a partir
del Concilio de Hipona en el año 383 después de Cristo, admitió como inspirados
no sólo los protocanónicos (o aceptados primero, por eso se llaman de la
primera ley) sino los deuterocanónicos (o de la segunda ley), lista que fue
confirmada solemnemente por el Concilio de Trento, en 1546.
Hemos de mencionar, como argumento irrefutable para
afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66, lo siguiente:
La primera comunidad cristiana (Comunidad de los
Apóstoles y discípulos del Señor) usó esta traducción de la Biblia griega de
los Setenta, es decir el Antiguo Testamento con 46 libros.
Jesucristo, al señalarle a San Pedro: "Te daré las
llaves del Reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el
cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo" (Mt 16,
19), nos obliga a hacer y a aceptar lo que los primeros cristianos creían,
hacían o usaban (sea de palabra o de viva voz).
Los argumentos que los judíos usaron para no aceptar los
libros deuterocanónicos como parte del canon del Antiguo Testamento aceptado
por ellos, no gozan de la autoridad divina, en virtud, de que en ese momento
(año 100 después de Cristo), la Comunidad cristiana ya existía y gozaba de
plena autoridad en la materia.
Como vemos, la Iglesia tiene la razón al afirmar que la
Biblia consta de 73 libros y no de 66 como dicen las sectas.
No hay que olvidar que la Biblia es la Palabra de Dios
puesta por escrito en un momento privilegiado de la Tradición, por lo tanto
nada puede añadirse, ni nada puede quitarse "La economía cristiana, por
ser la alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra
revelación pública antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo nuestro
Señor" (La Divina Revelación, # 4).
Por otro lado, siendo sinceros y honestos descubriremos
que: la única institución, la única Iglesia que transmitió por más de 1500 años
la Palabra de Dios al mundo entero, es la Iglesia Católica: en sus monasterios,
los monjes copiaban fielmente a mano el texto sagrado, la Iglesia en su
Liturgia, en sus celebraciones la veneraba de manera especialísima, la vida de
la Iglesia gira en torno a Cristo y éste contenido en la Biblia.
¿Cómo aceptar la Biblia y no aceptar a la Iglesia que ha
sido fiel custodio y madre para que nada de lo que hay en ella se pierda?
¿Con qué autoridad puede alguien quitar o añadir algo a
la Palabra de Dios, si la Iglesia Católica fundada por Jesucristo, haciendo uso
de su autoridad divina ha declarado que nada puede añadirse ni nada puede
quitarse:
"Ante todo, tened presente que ninguna predicción de
la Escritura está a merced de interpretaciones personales; Porque ninguna
predicción antigua aconteció por designio humano; hombres como eran, hablaron
de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo" (2 P 1, 20-21)?.
Los libros que no aceptan las sectas y los Nuevos
Movimientos pseudo-religiosos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría,
Eclesiástico, Baruc y 1 – 2 de Macabeos.
Usando una fórmula fácil de aprender, podemos citar estos
libros de la siguiente manera: "ToJuSaEBaMabis".
4. DIVISIÓN
TEMÁTICA DE LA BIBLIA:
Teniendo en cuenta los distintos temas que nos ofrece la
Biblia, podemos dividirlos en varios grupos:
Antiguo Testamento
En tiempo de Cristo –y aún ahora-, los judíos
clasificaban las Escrituras en tres partes:
La Ley o Torá, los Profetas y otros Escritos.
La Ley y los Profetas eran los más importantes. El mismo
Cristo los cita, por ejemplo, en Mt 7, 12. Los escritos se empleaban en las
asambleas. El Eclesiástico los cita en el prefacio de su libro.
Hoy dividimos las Escrituras o Biblia así:
ANTIGUO TESTAMENTO:
El Antiguo Testamento comienza con un conjunto de cinco
libros, a los cuales los traductores griegos dieron el nombre de Pentateuco
(penta = cinco; Teuco = instrumentos, de donde provino luego la expresión
"estuches" para los rollos de papiro y finalmente
"libros"). Los judíos llaman a estos cinco libros la Torah o la Ley y
los cinco libros eran cada uno un "quinto" de la Ley.
Estos cinco libros son: Los que corresponden al
Pentateuco:
Génesis,
Éxodo
Levítico
Números y,
Deuteronomio
LIBROS POÉTICOS O SAPIENCIALES:
Salmos
Job
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los Cantares
Sabiduría
Sirácide (Eclesiástico)
LIBROS HISTÓRICOS:
Josué
Rut
I Samuel
II Samuel
I Reyes
II Reyes
I Crónicas
II Crónicas
Esdras
Nehemías
Tobías
Judit
Ester
Jueces
I Macabeos
II Macabeos
Los judíos llaman "profetas anteriores" a
Josué, Jueces, Samuel y Reyes ya que en ellos se encuentra la historia de los
grandes profetas: Elías, Eliseo y aún Samuel.
A los que nosotros llamamos profetas, los judíos los
llaman profetas posteriores.
Digamos también que para la Biblia griega, los libros de
Samuel y Reyes formaban una sola unidad y los llamaban libros de los Reyes. Del
mismo modo, los libros I y II de Crónicas, formaban uno solo con Esdras y
Nehemías, por considerarse como obra del mismo autor.
La Biblia griega y la Vulgata de san Jerónimo llaman a
Crónicas con el nombre de Paralipómenos.
LIBROS PROFÉTICOS:
Isaías
Jeremías*
Lamentaciones
Baruc
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahúm
Habacuc
Sofonías
Ageo
Sofonías
Zacarías
Malaquías
En algunas ediciones de la Biblia, los libros de Jeremías
y Lamentaciones vienen unidos como un solo libro.
NUEVO TESTAMENTO: Aquí encontramos los
Evangelios de:
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Hechos de los apóstoles
Pertenecen a este grupo 21 Epístolas o Cartas:
Cartas del Nuevo Testamento:
Romanos
I Corintios
II Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
I Tesalonicenses
II Tesalonicenses
I Timoteo
II Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Cartas Católicas
Santiago
I Pedro
II Pedro
I Juan
II Juan
III Juan
Judas
Apocalipsis
5. Unidad de ambos Testamentos
El Antiguo y Nuevo Testamento se complementan mutuamente.
Su interrelación es tan completa, que el primero explica el segundo y
viceversa.
Sólo a la luz del Antiguo Testamento se alcanza a
comprender el primero; y sólo a la luz del Nuevo Testamento, nos damos cuenta
de lo que el Antiguo quiso decir.
Con razón, Cristo les decía a sus oyentes:
"Investigad las Escrituras y así comprobarán que Moisés habla de mí"
(Jn 5, 39-45). Y san Lucas, relatando el encuentro de Jesús con los discípulos
de Emaús, dice que Jesús "empezando por Moisés y continuando por todos los
profetas, les explicó todo lo que había sobre Él en las Escrituras" (Lc
24, 25-27). De igual manera, san Mateo en sus tres primeros capítulos.
El Antiguo Testamento… ¿pasado de moda?
No necesariamente lo viejo se convierte en inservible.
Hay cosas como las monedas, los muebles finos o los sellos de correo, que
aumentan de valor conforme pasa el tiempo.
El Antiguo Testamento tuvo como fin preparar la venida de
Cristo, pero no pasó de moda con su llegada. Jesús no vino a abolir lo que
estaba escrito, sino a perfeccionarlo.
Por tanto, no podemos prescindir de los libros del
Antiguo Testamento. Todos son libros revelados por Dios y en ellos, aunque
contienen elementos imperfectos y pasajeros, encontramos el testimonio de la
pedagogía divina, enseñanzas maravillosas acerca de Dios, sabiduría acerca del
hombre, tesoros de oración. En ellos está escondido el misterio de nuestra
salvación.
En el Nuevo Testamento está plasmada la verdad definitiva
de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, sus obras, sus
enseñanzas, su pasión y su resurrección.
También nos narra los comienzos de la Iglesia bajo la
acción del Espíritu Santo.
Para entender plenamente el mensaje que Dios nos da en el
Nuevo Testamento, es indispensable leerlo en relación con el Antiguo.
Toda la Sagrada Escritura es una sola Revelación, un solo
mensaje divino que Dios quiere comunicar al hombre, y no la podremos entender
si la escuchamos en forma fragmentada.
Para entender en toda su integridad el mensaje de Dios en
las Sagradas Escrituras, es necesario leer el Antiguo Testamento a la luz del
Nuevo y leer el Nuevo Testamento a la luz del Antiguo.
La Iglesia ha descubierto una tipología que reconoce en
las obras de Dios en la Antigua Alianza, prefiguraciones de lo que haría Cristo
en la Nueva.
En el Antiguo Testamento está escondido el Nuevo
Testamento y el Antiguo Testamento se hace manifiesto en el Nuevo. Ambos se
esclarecen mutuamente y, por tanto, son inseparables.
6. Copias manuscritas
Material:
En la antigüedad, para escribir algunas cosas se usaban
las tablillas de arcilla, las ostraka o pedazos de cerámica rota, las piedras,
los cilindros y las estelas.
Para copiar un libro de la Biblia o toda ella, este
material no se utilizaba, pues sólo podía aprovecharse para textos breves. El
material empleado para la copia de la Biblia fue de dos tipos: el papiro y el
pergamino.
El papiro (usado en Egipto desde el año 3,000 antes de
Cristo). Es una planta acuática –caña o junco- que se da sobre todo en el Delta
del Nilo. Se abría primero el tallo de la planta y luego se prensaba; las
láminas así obtenidas se entrecruzaban, se aplastaban y se secaban. Era el
material más común, pero a la vez el más frágil. Por lo regular se escribía
sólo por la parte interior. Se han conservado muchos papiros de Egipto gracias
a su clima seco.
Constituyen el testimonio más antiguo en el ámbito de
manuscritos bíblicos. El pergamino se forma con la piel de ciertos animales
(ovejas, corderos), preparada con una técnica especial perfeccionada en
Pérgamo, al norte de Éfeso, hacia el año 100 después de Cristo. Parece que fue
muy difundido por los persas.
En el Nuevo Testamento tenemos un testimonio de su uso en
2 Tim 4, 13: "Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróada, en casa
de Carpo, y los libros, en especial, los pergaminos".
Del siglo IV después de Cristo en adelante fue muy común.
Es un material mucho más resistente, pero, a la vez, más caro. Por eso, algunos
manuscritos en pergamino fueron raspados por completo para que pudieran ser
utilizados de nuevo.
Formato:
El rollo es una larga tira de papiro o piel, reforzada en
las extremidades con dos varas que servían para enrollarla (Cfr. Lc 4, 16-20;
Jr 36). Aún en nuestros tiempos, los judíos utilizan los rollos. El códice o
libro ordinario (más común en pergaminos) fue empleado por los cristianos desde
el siglo II; pero por los judíos, más tarde, parece que a partir del siglo VII.
Los códices griegos se distinguen en unciales o mayúsculos y minúsculos.
Los primeros son de letras mayúsculas continuas, más
difíciles de leer por no haber separación entre las palabras; estuvieron en
boga hasta el siglo X u XI; hay un poco más de 250 de ellos. Los segundos son
de letras minúsculas, más fáciles de leer porque se da la separación entre las
palabras. Empiezan a utilizarse a partir del siglo IX después de Cristo y se
multiplican desde el siglo XI; son alrededor de 2 mil 600.
7. Lenguas en que se escribió la Biblia
Para la composición de la Biblia se emplearon tres
lenguas: la hebrea, la aramea y la griega.
En hebreo se escribió casi todo el Antiguo Testamento.
Era la lengua propia del Pueblo de Israel. Su origen es bastante oscuro. Parece
que comenzaron a hablarla los cananeos y después la adoptaron los israelitas a
partir de su estancia en Canaán.
En Arameo, lengua más antigua que el hebreo, se
escribieron pocas cosas. Se pueden citar algunos capítulos de Esdras, Jeremías,
Daniel y Mateo. El arameo comenzó a introducirse en Israel hacia los siglos IV
y III antes de Cristo y tomó tanta fuerza, que llegó a suplantar a la lengua
hebrea. Incluso Jesús hablaba con el pueblo en uno de los dialectos arameos.
En griego fueron escritos algunos libros del Antiguo
Testamento, como el de la Sabiduría, 2 Macabeos y todos los del Nuevo
Testamento menos el Evangelio de san Mateo. Este griego no era un griego
clásico, como era por ejemplo el de Demóstenes, sino un griego popular, vulgar
y corriente, llamado Koiné = común, que usaba el hombre de la calle. Se
generalizó después de la conquista en Grecia por Alejandro Magno.
En el Antiguo Testamento:
Daniel: hebreo, con fragmentos arameos y griegos
Esdras: hebreo, con inserción de algunos documentos en
arameo
Ester: hebreo, con fragmentos griegos
1 Macabeos: hebreo. 2 Macabeos: griego
Tobías y Judit: hebreo o arameo
Sabiduría: griego
Todos los demás libros: hebreo
En el Nuevo Testamento:
San Mateo: arameo
Todos los demás libros: griego
8. Versiones de la Biblia
Hay que decir que, con el correr de los tiempos, se han
hecho innumerables versiones de la Biblia. Entre las más antiguas –que son las
que interesan más- hay dos muy importantes: la de los "Setenta" y la
Vulgata.
La versión de los Setenta. Según una tradición, fue
realizada por 70 sabios de Israel. Su elaboración, entre los siglos III y I
antes de nuestra era, estuvo destinada a los judíos de la Diáspora o de la
dispersión, es decir, para el culto de las comunidades judías que vivían en el
mundo grecorromano, especialmente de Alejandría y que ya habían olvidado la
lengua hebrea, o quizá mejor, con el fin de que pudieran propagarla en la
griega. En cualquier caso, esta traducción fue importante para los judíos que
hablaban el griego y que más tarde se extendió por los países mediterráneos,
preparando así el ambiente para el Evangelio.
La versión de la Vulgata. Esta versión fue hecha en latín
por san Jerónimo en el siglo IV en Belén. Partió de una necesidad, como la de
los Setenta. Durante los dos primeros siglos se utilizaba en la Iglesia el
griego popular, que era el que se hablaba en el imperio romano. Pero en el
siglo III, se fue imponiendo el latín en Occidente. Por esa razón la tradujo
san Jerónimo al latín. De ella se han sacado muchas ediciones hasta nuestros
días, desde que el Concilio de Trento la reconoció solemnemente como la versión
oficial latina sin negar por eso, el valor de otras versiones.
La Sagrada Escritura es muy valiosa para la vida de la
Iglesia
Como la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios viva,
sabemos que su poder y su fuerza para los cristianos es enorme, es alimento del
alma y fuente de vida espiritual. La sagrada escritura es el fundamento de
nuestra formación cristiana.
La Iglesia recomienda la lectura frecuente de la Sagrada
Escritura, ya que desconocerla es desconocer a Cristo.
- APRENDE A BUSCAR UNA CITA BÍBLICA:
Cada libro está dividido en capítulos y versículos numerados.
La división en capítulos y versículos facilita y uniforma las citas. Así
es más fácil localizar exactamente un texto y tener toda una misma
referencia.
El nombre de cada libro tiene su propia abreviatura; aparece
al inicio de las diversas ediciones, en esta abreviatura la primera letra
es mayúscula: Jn, Mt, Mc, Lc, Hech, etc. En cada libro el número
correspondiente al capítulo se coloca después de la abreviatura, esta
abreviatura no lleva un punto.
Por ejemplo, Segundo libro de los Reyes, Capítulo 5 se abrevia en 2 Re 5.
Los capítulos se subdividen en versículos. Y
se numeran poniendo una coma después del capítulo. Así, el Segundo libro
de los Reyes, Capítulo 5, versículo 7 se abrevia en: 2 Re 5, 7. los libros
con un solo capítulo sólo numeran los versículos.
Por ejemplo, la Carta a Filemón, versículo 5, se abrevia en Flm 5.
Los signos de puntuación tienen otros significados
concretos:
- La
coma (,) entre dos números indica que el primero se refiere al capítulo y
el segundo al versículo: Mt 5, 7.
- El
punto (.) se utiliza para significar "y": Ex 15, 5.9 = Éxodo
capítulo 15, versículos 5 y 7.
- El
punto y coma (;) se utiliza para separar una cita de otra: Lc 5, 6; Jn 3,
4.
Por:
Antonio Gracia | Fuente: Catholic.net
3. EXPERIENCIA:
A)
Toma tu
Biblia, busca los siguientes textos y léelos solamente:
Gn 1, 26- 28.
Ex 2, 1- 10
Dt 16, 1- 8
Lc 19, 1- 10
v ¿En cuál de las dos grandes partes de la Biblia se
encuentran los pasajes anteriores?
v ¿A qué libro de la Biblia corresponden?
v De los textos citados, ¿A qué capítulos
corresponden? ¿Cuáles son sus versículos?
4. REFLEXIÓN:
a)
¿En qué
región de la geografía humana se desarrolló la historia de salvación?
b)
Busca en tu
Biblia la siguiente cita: Mt 19, 13- 15 y Lc 2, 1- 18; realiza un resumen de
cada uno de los textos.
c)
¿Qué
enseñanzas deja a tu vida?
5. ACCIÓN:
d)
¿Qué
compromisos adquieres al leer, estudiar e interpretar la Biblia?
e)
Busca en tu
Biblia, la historia de vida de José: ¿Por qué consideras que es un testimonio
de Dios?
6. EVALUACIÓN:
f)
¿Qué es lo
que mayormente te gusto de este taller?
g)
¿Qué
aplicarías a tu vida personal, familiar y social?
h)
¿Consideras
que la Biblia es un verdadero Bet-Seller?
¿Por qué si
y por qué no?
NOTA: Averigua que
significa el calificativo de: Bet-Seller.
RECOMENDACIONES DEL TALLER:
1. Realiza
la primera parte: Introducción; Contextualización y experiencia en un día. Es
decir en el día de hoy.
2. Luego
realiza la Reflexión, acción y evaluación en el siguiente día.
3. Evita
la angustia y el desespero por terminar de primero. Lo importante es terminar aprendiendo
bien tu proceso de formación.
4. Yo,
estaré atento a esperarte.
./..
Te
deseo mucho ánimo y entusiasmo.